jueves, 18 de agosto de 2016

4TO. AÑO REVOLUCIÓN RUSA





                               REVOLUCIÓN RUSA


Antecedentes
La Revolución Rusa se trató de un movimiento político, social y económico que tuvo lugar en el año 1917, liderado por dos grupos de la población: los llamados Mencheviques (clase profesional, monárquica moderada) y los Bolcheviques (clase obrera y clase trabajadora, pobre en general), que se oponían a la monarquía del Zar Nicolás II, la cual había generado descontento en la población debido a sus políticas. Este movimiento tuvo lugar en la época contemporánea de la historia.

Protagonistas
En la primera etapa de la Revolución Rusa, dirigida por Mencheviques, el primer presidente fue Alejandro Kerensky, posteriormente el grupo de partidarios comunistas rojos y Bolcheviques radicales, tuvieron como líder precursor a un personaje histórico conocedor de las ideas de Karl Marx llamado “Lenin” (Vladímir Ilich Ulyánov), quien posteriormente lideró el movimiento Bolchevique de la nueva Unión Soviética, y con el discurso de: “Todo el poder para los Soviets” finalmente derroca a Kerensky, con la ayuda de León Trotsky, que lideró el ejército rojo de Lenin.

Causas de la Revolución Rusa
Existía cierto descontento por las políticas de corte monárquico del gobierno de los zares, ya que diversos sectores sociales, y la población en general, se sentían frustrados por las constantes derrotas en las batallas con Alemania durante la Primera Guerra Mundial y por las políticas sociales y económicas de la monarquía, por lo tanto muchos opositores consideraron que sus derechos y libertades estaban comprometidas, y que las nuevas políticas tanto sociales como económicas del socialismo naciente solucionarían gran parte de sus problemas.
Las principales causas por las que se llevó a cabo la Revolución rusa fueron las siguientes:
·         Mientras los demás países de Europa se modernizaban gracias a la Revolución industrial, Rusia no lo hacía, ya que sostenía un sistema económico basado en el monopolio de tierras, nobleza y aristocracia, el cual desfavorecía la economía local y asentaba la diferencia de clases.
·         La diferencia entre clases generó que la población se encontrara descontenta con el gobierno del zar Nicolás II.
·         El hecho de que se permitiera entrar capital extranjero a Rusia, el cual era dominado por los centros productivos, causó revueltas y protestas.
·         La economía del país se encontraba paralizada y estancada, lo que generaba mucha escasez, pobreza y miseria.
·         El pueblo se encontraba sometido a un régimen dictatorial que tenía el poder absoluto e imponía fuertes prácticas gobernantes, por ejemplo, el exigir la religión católica ortodoxa a todos los habitantes.
 Desarrollo de los acontecimientos

Antes de la Gran Guerra, Rusia era gobernada por zares. El zarismo era un régimen autoritario policial, que difícilmente aceptaba reformas políticas. En 1894, el zar Nicolas II accedió al trono. Su propósito era expandir la influencia de su imperio y competir con las grandes potencias europeas. Entre 1890 y 1903, Rusia desarrolló su industria pesada gracias al aporte de capitales extranjeros. En 1900, ocupo Manchuria. Este movimiento genera un conflicto con los intereses del Japón era Corea y desemboco en la guerra ruso-japonesa, que se desarrolló entre 1904 y 1905. El Imperio zarista fue humillado militarmente. Como consecuencia de esta situación, se produjo un primer estallido revolucionario. Grupos de obreros se enfrentaron en las calles con el ejército zarista. El 9 de enero de 1905, la milicia abrió fuego contra la multitud. Estallaron motines y huelgas, y aparecieron los primeros soviets, formas de organización similares a los sindicatos, formados por obreros y campesinos. Este episodio fue denominado Domingo Sangriento. Para contener el desorden, el zarismo convoco al Parlamento, denominado Duma, y promulgo una constitución. Sin embargo, no pudo ocultar la debilidad del régimen, que quedo en total evidencia durante la Primera Guerra Mundial.
Camino a la revolución, Rusia era un gran imperio, formado por pueblos muy diversos. Tenía casi 150 millones de habitantes. Era también una sociedad fundamentalmente agraria. Solo a fines del siglo XIX, había comenzado un proceso de industrialización impulsado por el propio Estado. Sin embargo, entre 1905 —cuando se produjo el primer intento revolucionario— y 1917, las derrotas, las enormes pérdidas humanas en el frente y el colapso de la económica rusa provocaron nuevos descontentos. En febrero de 1917, el pueblo agotado exigía la paz. Mientras, se multiplicaban las huelgas y las tropas desobedecían las Ordenes de sus mandos. Los mencheviques y los bolcheviques, dos facciones del Partido Obrero Socialdemócrata, participaban activamente de este proceso insurreccional. En marzo de ese año, incapaz de acceder a las demandas, el zar abdica. Fue sucedido por el príncipe Lvov y, luego, por el socialista moderado Alexander Kerensky. El gobierno de Kerensky tampoco logró resolver los problemas. La situación social empeoró. Ante la debilidad del nuevo régimen, los soviets comenzaron a ejercer el poder de hecho. Se multiplicaron las demandas de paz, pan y tierra. El cansancio de una guerra que parecía no tener fin, la sensación de un mundo al borde del abismo y la pérdida de poder efectivo de Kerensky precipitaron los acontecimientos.
La Revolución de Octubre, el 7 de noviembre de 1917, el Partido Bolchevique -liderado por Lenin- enunció el lema Todo el poder a los soviets. Este lema reivindicaba el poder para los obreros y los campesinos. Presionado por los bolcheviques, el gobierno de Kerensky cayó y el Partido Bolchevique toma el poder del Estado. Tras la toma del Palacio de Invierno, instauro La República de los soviets. Este proceso se conoció como Revolución de Octubre, pues el día 7 de noviembre correspondía al 25 de octubre en el calendario ruso empleado en aquella época. La Revolución no solo conmovió al mundo, sino que abrió una nueva fase en la historia de la humanidad. Inmediatamente, el nuevo gobierno procure salir del conflicto bélico mundial. La paz se firmó el 3 de marzo de 1918 en la ciudad de Brest-Litovsk, en condiciones desfavorables para Rusia, ya que esta potencia perdió los territorios de Polonia, Finlandia, los países bálticos y Ucrania. El retiro de Rusia del frente oriental fue muy conveniente para Alemania, pues le permitió concentrar su ofensiva en el frente occidental.
La guerra civil y el comunismo de guerra. Lenin instaura un sistema político y económico construido a partir del marxismo, la doctrina basada en las ideas de Karl Marx. En la teoría marxista, al capitalismo sucede el socialismo, antes de Llegar al comunismo. El socialismo proponía la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción, es decir, de las tierras y las fábricas y establecía la distribución de los bienes por parte del Estado y la regulación de las actividades económicas y sociales. Las primeras medidas tomadas por el gobierno revolucionario fueron la expropiación de las tierras a los terratenientes y a la Iglesia, la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, y el establecimiento del control estatal sobre el comercio exterior y el sistema bancario. Algunos dirigentes revolucionarios intentaron que las dificultades económicas fueran percibidas como un valor. La administración de la escasez, la política de requisas y la perdida casi absoluta del valor del dinero fueron denominadas comunismo de guerra. Para los bolcheviques, fue más sencillo tomar el poder que sostenerse en él. En 1917, estallo una guerra civil que enfrenta, durante tres años, al Ejército Rojo con el Ejercito Blanco. Finalmente, en 1920, en el marco de una hambruna generalizada, el Ejército Rojo venció al Ejercito Blanco. Los bolcheviques habían resistido en el poder y, a pesar de todas las suposiciones contrarias, se mantuvieron en él. Así, en 1922, comenzaba la historia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, un proyecto alternativo al capitalismo. La instauración del socialismo no había ocurrido -contrariamente a lo que sostenían las propias ideas marxistas- en un país desarrollado.
La Nueva Política Económica En un contexto de creciente escasez, para Rusia no quedaba otro camino que estimular los rendimientos agrícolas. La industria, en tanto, debía incrementar la produce& para satisfacer las necesidades del país en materia de maquinarias y productos de consumo. En 1921, se adoptó una orientación económica diferente. Comenzó a aplicarse la denominada Nueva Política Económica (NEP). Se trataba de un tipo de comunismo de mercado, es decir, una economía mixta: la propiedad socialista de los medios de producción coexistía con un mercado libre o economía privada. El objetivo de esta política era acelerar la recuperación de la economía. Desde el punto de vista social, era un intento por recuperar el apoyo de las masas rurales. El plan económico revela la posibilidad de que los campesinos o kulaks pudieran vender sus excedentes en el mercado libre. Como resultado de esta política, la producción agrícola de la segunda mitad de la década de 1920 se recupera hasta alcanzar un volumen similar al de 1913, y la industria liviana experimento algunos avances.
La formación de la URSS En 1922, se prociam6 la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), integrada par Rusia y otras catorce republicas, que albergaban una multiplicidad de grupos étnicos. La formación de la URSS intento mejorar las relaciones entre el Estado y las nacionalidades, que eran tensas. también se propuso mejorar la situación económica. Para la teoría leninista, si los países subdesarrollados se reunían en un Estado federal, podrían intimidar a las potencies capitalistas y establecer y socialismo. Esta idea predomin6 durante la fundación de la URSS. El socialismo, se suponía, no podría sobrevivir solo en un país pobre. Por eso, el leninismo abogaba por la revolución de escala mundial. En 1924, murió Lenin, el principal líder de la Revolución Rusa. Así, comenzó una cruda lucha por la sucesión en el gobierno y en el partido. Esta puja por el poder enfrento, principalmente, a León Trotsky y a Josef Stalin, quien finalmente accedió al poder. Con Stalin —quien, al contrario de Lenin, defendía el socialismo en un solo país— comenzar una época de persecución política y de purgas dentro del Partido Comunista, para terminar con cualquier tipo de oposición a sus planes de gobierno. También se volvió más tensa la relación con las nacionalidades. A medida que avanzaba la década de 1920, grupos étnicos de Bielorrusia y Ucrania fueron víctimas de la represión. El nacionalismo había comenzado a considerarse como una amenaza a la integridad territorial de la URSS. Con el tiempo, también se generalizaron las dudas respecto de la conveniencia de continuar con los incentivos económicos de la Nueva Política Económica. Además, se pensaba que este tipo de políticas marcaba un rumbo que podía conducir a la contrarrevolución o a la vuelta al capitalismo.
La colectivización y el socialismo en un solo Pals Ya bajo la dirección de Josef Stalin, en 1929, la URSS abandono la Nueva Política Económica. Comenzó a aplicarse la colectivización forzosa de la agricultura. Se expropiaron grandes extensiones de tierra, que fueron divididas en koljoz (granjas colectivas) y en sovjos (granjas estatales). Se suponía que las grandes unidades de producción generarían mayores excedentes que las explotaciones particulares, lo que permitiría pasar a una Industrialización acelerada. Este político provoca resentimientos entre los kulaks. Paralelamente, se abandonaron los principios de la revolución internacional y se adopta la formula del socialismo en un solo país. Stalin creía que no era posible esperar el estallido revolucionario en otros países y que, por eso, la URSS corría serio riesgo de ser atacada. De ahí provenía la urgencia por desarrollar la industria pesada. Pese a que los problemas económicos persistieron, aumento la producción de carbón y de acero, la explotación de hidrocarburos y la producción de las industrias química y armamentista. La Constitución promulgada en el año 1936 establecía que el gobierno seria ejercido por el Consejo de Comisarios del Pueblo, el Presídium y el Soviet Supremo. El Consejo de Comisarios del Pueblo era el órgano ejecutivo y actuaba en forma colegiada. Pese a ello, el poder real residía en la persona de Stalin. El Presídium era la delegación permanente del Soviet Supremo y ejercía funciones legislativas, ejecutivas y de interpretación de las leyes. El Soviet Supremo era el órgano superior del poder del Estado, equivalía al Parlamento y se reunía tres veces al año. Estaba compuesto por el Consejo de La Unión de Representantes de las Repúblicas y el Congreso de las Nacionalidades, con cinco miembros por república.
Una nueva potencia mundial. No cabe Buda de que la Revolución Rusa de 1917 fue uno de los acontecimientos más significativos de la historia del siglo XX. Contra las expectativas de los fundadores del socialismo, se lleve a cabo en un país atrasado, cansado y devastado económicamente por la guerra. Karl Marx había sostenido que una revolución socialista solo podía comenzar en un país muy industrializado y con una poderosa clase obrera industrial. Esa no era la realidad rusa de 1917. Después de 1930, la URSS se convirtió, a los ojos del mundo, en una gran potencia mundial desde los puntos de vista económico y militar. Esta percepción estaba reforzada porque La URSS quedo fuera de los efectos de la crisis y la depresión económicas de la década de 1930.

Las consecuencias provocadas por la Revolución rusa fueron las siguientes:
·         Se dio lugar a un cambio social, político y cultural que marcó un antes y un después en Rusia.
·         Se logró derrocar al régimen imperial zarista y, así, se impuso el primer Estado socialista del mundo bajo el mandato de Vladimir Lenin y su gobierno bolchevique.
·         En 1922 surgió la Unión Soviética, la cual tendría un gran poder a nivel mundial hasta su disolución en 1991.
·         Si bien se logró destituir al gobierno absolutista, comenzó un período en el que se reprimía a cualquier persona que estuviese en contra del gobierno comunista.
·         Las religiones se vieron debilitadas ya que se prohibió profesar cualquier religión y se incitó el ateísmo.
Etapas de la revolución rusa
La Revolución rusa comprende 2 etapas fundamentales: la revolución de febrero y la revolución de octubre.
Revolución de febrero
Ocurrida en febrero de 1917, los mencheviques llevaron a cabo una revolución que provocó la caída del gobierno del Zar Nicolás II, dando así un inicio a la Rusia comunista por parte de los trabajadores.
Los mencheviques pusieron a cargo de la presidencia de la República a Alejandro Kerensky, quien sería luego derrocado al perder popularidad por no haber realizado reformas económicas favorables y por tener la intención de continuar con guerras estipuladas por el gobierno anterior.
Revolución de octubre
Para octubre de 1917, debido a que las elecciones acordadas por Kerensky nombraron a Kornilov como jefe de ejército, este ingeniosamente planteó una rebelión en septiembre y, así, en octubre se introdujo un nuevo gobierno revolucionario.
Este nuevo gobierno revolucionario, conocido como la verdadera revolución comunista, estuvo al mando de los denominados bolcheviques, dirigidos por Vladimir Lenin, el cual se impuso por sobre el gobierno provisional y se quedó con la presidencia.



Luego de ver el vídeo realiza un comentario al respecto :
¿Quiénes fueron los líderes que protagonizaron las grandes revoluciones? ¿Cuáles fueron los ideales por los que pelearon? ¿Cuáles, las consecuencias que tuvieron a lo largo de la historia? 

martes, 16 de agosto de 2016

5to. año historia EL PERONISMO

La política económica peronista[editar]

La política económica del primer peronismo estuvo apoyada en cuatro grandes líneas:
  1. Ampliación del mercado interno, a través de la inclusión de sectores marginados y aumento de los ingresos y salarios de los sectores más postergados;
  2. Intervención y regulación de la economía por parte del Estado, incluyendo nacionalización de sectores estratégicos;
  3. Promoción de la industrialización y la producción nacional;
  4. Planeamiento económico.
1. Mercado interno. La ampliación del mercado interno se produjo principalmente a través de la política social y laboral.
2. Estado. En algunos casos el peronismo amplió las funciones de algunas reparticiones y empresas del Estado que ya existían, varias de ellas credas en la década anterior, como el Banco Central (que nacionalizó), el Banco Nación, la Junta Nacional de Carnes, la Junta Nacional de Granos y la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). A ello se sumó la creación del IAPI al que se le atribuyó el monopolio del comercio exterior; de una empresa estatal siderúrgica (SOMISA) y la elaboración de un Plan Nacional Siderúrgico, dirigida por el general Manuel Savio; la nacionalización de los ferrocarriles y creación de la empresa Ferrocarriles Argentinos, la nacionalización del servicio telefónico y creación de la empresa ENTel, la creación de la empresa Agua y Energía Eléctrica; nacionalización del grupo naviero Dodero; creación de la empresa Aerolíneas Argentinas; creación de la empresa Gas del Estado.
3. Industrialización y producción nacional. El peronismo promovió la industrialización y la producción nacional, ampliando el mercado interno, créditos públicos, a través de las empresas estatales, o por medio de políticas tarifarias y de compras preferenciales del Estado, como el "compre nacional".
4. Planeamiento. El primer peronismo le dio una gran importancia al planeamiento macroeconómico, aprobando dos planes quinquenales, el primero para el período 1947-1952 y el segundo para el período 1953-1958.
La llegada del peronismo al poder se produce en plena posguerra mundial, lo cual significaba la debilidad económica de una Europa en ruinas, y el liderazgo creciente de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental. En este escenario, Argentina se encontraba por primera vez en su historia en la posición de acreedor de los países centrales, gracias a las exportaciones de carnes y granos a las potencias beligerantes. El principal deudor era el Reino Unido que ante la emergencia declaró su iliquidez, bloqueando la libre disponibilidad de esos montos. El gobierno peronista optó por utilizar parcialmente esos créditos para adquirir empresas de servicios públicos de capital británico, como fue el reconocido caso de los ferrocarriles que emisarios ingleses venían intentando vender desde 1938. En septiembre del 46', el gobierno peronista impulsó el tratado Miranda-Eady, que creaba la "Sociedad Mixta en FF.CC.", donde, amén de otros privilegios concedidos al capital británico, se le reconocía una abultada inversión de $2.000 millones, se le garantizaba una ganancia mínima del 4% anual ($80 millones), y la exención ilimitada de aranceles de importación. (dicho tratado cayó ante la presión del secretario del tesoro de EE.UU., el cual obligaba al Reino Unido a cancelar sus deudas al contado).
La bonanza económica de la Argentina continuaba, impulsada por el creciente mercado que se había formado por la baja de las importaciones provenientes de los países en guerra. Esto permitió al gobierno aplicar una vasta política de bienestar que incluía la efectivización de nuevos derechos sociales, como períodos de vacaciones y descanso, planes de vivienda, inversiones en salud y educación, etcétera. Estas conquistas sociales fueron ampliamente capitalizadas por las figuras de Perón y su esposa, Eva Perón, que manejaba una fundación de asistencia social financiada principalmente con fondos estatales y algunos aportes empresarios. Las nacionalizaciones y estatizaciones de los servicios públicos, como los ferrocarriles británicos, fueron proclamados como conquistas de soberanía e independencia económica.
No obstante, el contexto mundial pronto dejó de ser favorable ya que los Estados Unidos mediante el Plan Marshall, comenzó a ubicar sus excedentes agrícolas en Europa limitando el acceso al mercado de los alimentos argentinos.
A partir de 1950, la situación económica comienza a empeorar y un nuevo ministro de Asuntos Económicos, Alfredo Gómez Morales, aplicó medidas de corte ortodoxo, como el ajuste del gasto público; Perón, que había declarado una vez que "se cortaría las manos" antes que endeudar a la Nación comprometiendo su independencia económica, contrajo finalmente un préstamo con el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos (Eximbank) y firmó contratos de explotación petrolífera con compañías extranjeras.
VIDEO: Primera y segunda presidencia de J. D. Perón (1945-1955)



Las tres banderas ideológicas del peronismo:


Este nuevo sistema de pensamiento profundamente nacional, popular, humanista y cristiano, ofrecería a nuestro Pueblo tres banderas doctrinales que representaban, a su vez, aquella síntesis de lo social y lo nacional que encarnó el peronismo desde su nacimiento. En efecto las célebres banderas: justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política.  La Justicia Social orienta la solución de la problemática social derivada de la explotación del hombre por el hombre, pero fuera del esquema de la lucha de clases y del internacionalismo que planteaba el socialismo. La Independencia Económica y la Soberanía Política, son banderas que representan la reivindicación nacionalista frente a la dependencia que sufría nuestro país frente al imperialismo y que viabilizaban la Liberación Nacional reclamada, sin endiosamientos al Estado, como planteaba el fascismo, o a razas superiores como había pretendido el nazismo.

Realiza un comentario.