martes, 16 de agosto de 2016

5to. año historia EL PERONISMO

La política económica peronista[editar]

La política económica del primer peronismo estuvo apoyada en cuatro grandes líneas:
  1. Ampliación del mercado interno, a través de la inclusión de sectores marginados y aumento de los ingresos y salarios de los sectores más postergados;
  2. Intervención y regulación de la economía por parte del Estado, incluyendo nacionalización de sectores estratégicos;
  3. Promoción de la industrialización y la producción nacional;
  4. Planeamiento económico.
1. Mercado interno. La ampliación del mercado interno se produjo principalmente a través de la política social y laboral.
2. Estado. En algunos casos el peronismo amplió las funciones de algunas reparticiones y empresas del Estado que ya existían, varias de ellas credas en la década anterior, como el Banco Central (que nacionalizó), el Banco Nación, la Junta Nacional de Carnes, la Junta Nacional de Granos y la empresa Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). A ello se sumó la creación del IAPI al que se le atribuyó el monopolio del comercio exterior; de una empresa estatal siderúrgica (SOMISA) y la elaboración de un Plan Nacional Siderúrgico, dirigida por el general Manuel Savio; la nacionalización de los ferrocarriles y creación de la empresa Ferrocarriles Argentinos, la nacionalización del servicio telefónico y creación de la empresa ENTel, la creación de la empresa Agua y Energía Eléctrica; nacionalización del grupo naviero Dodero; creación de la empresa Aerolíneas Argentinas; creación de la empresa Gas del Estado.
3. Industrialización y producción nacional. El peronismo promovió la industrialización y la producción nacional, ampliando el mercado interno, créditos públicos, a través de las empresas estatales, o por medio de políticas tarifarias y de compras preferenciales del Estado, como el "compre nacional".
4. Planeamiento. El primer peronismo le dio una gran importancia al planeamiento macroeconómico, aprobando dos planes quinquenales, el primero para el período 1947-1952 y el segundo para el período 1953-1958.
La llegada del peronismo al poder se produce en plena posguerra mundial, lo cual significaba la debilidad económica de una Europa en ruinas, y el liderazgo creciente de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental. En este escenario, Argentina se encontraba por primera vez en su historia en la posición de acreedor de los países centrales, gracias a las exportaciones de carnes y granos a las potencias beligerantes. El principal deudor era el Reino Unido que ante la emergencia declaró su iliquidez, bloqueando la libre disponibilidad de esos montos. El gobierno peronista optó por utilizar parcialmente esos créditos para adquirir empresas de servicios públicos de capital británico, como fue el reconocido caso de los ferrocarriles que emisarios ingleses venían intentando vender desde 1938. En septiembre del 46', el gobierno peronista impulsó el tratado Miranda-Eady, que creaba la "Sociedad Mixta en FF.CC.", donde, amén de otros privilegios concedidos al capital británico, se le reconocía una abultada inversión de $2.000 millones, se le garantizaba una ganancia mínima del 4% anual ($80 millones), y la exención ilimitada de aranceles de importación. (dicho tratado cayó ante la presión del secretario del tesoro de EE.UU., el cual obligaba al Reino Unido a cancelar sus deudas al contado).
La bonanza económica de la Argentina continuaba, impulsada por el creciente mercado que se había formado por la baja de las importaciones provenientes de los países en guerra. Esto permitió al gobierno aplicar una vasta política de bienestar que incluía la efectivización de nuevos derechos sociales, como períodos de vacaciones y descanso, planes de vivienda, inversiones en salud y educación, etcétera. Estas conquistas sociales fueron ampliamente capitalizadas por las figuras de Perón y su esposa, Eva Perón, que manejaba una fundación de asistencia social financiada principalmente con fondos estatales y algunos aportes empresarios. Las nacionalizaciones y estatizaciones de los servicios públicos, como los ferrocarriles británicos, fueron proclamados como conquistas de soberanía e independencia económica.
No obstante, el contexto mundial pronto dejó de ser favorable ya que los Estados Unidos mediante el Plan Marshall, comenzó a ubicar sus excedentes agrícolas en Europa limitando el acceso al mercado de los alimentos argentinos.
A partir de 1950, la situación económica comienza a empeorar y un nuevo ministro de Asuntos Económicos, Alfredo Gómez Morales, aplicó medidas de corte ortodoxo, como el ajuste del gasto público; Perón, que había declarado una vez que "se cortaría las manos" antes que endeudar a la Nación comprometiendo su independencia económica, contrajo finalmente un préstamo con el Banco de Exportaciones e Importaciones de Estados Unidos (Eximbank) y firmó contratos de explotación petrolífera con compañías extranjeras.
VIDEO: Primera y segunda presidencia de J. D. Perón (1945-1955)



Las tres banderas ideológicas del peronismo:


Este nuevo sistema de pensamiento profundamente nacional, popular, humanista y cristiano, ofrecería a nuestro Pueblo tres banderas doctrinales que representaban, a su vez, aquella síntesis de lo social y lo nacional que encarnó el peronismo desde su nacimiento. En efecto las célebres banderas: justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política.  La Justicia Social orienta la solución de la problemática social derivada de la explotación del hombre por el hombre, pero fuera del esquema de la lucha de clases y del internacionalismo que planteaba el socialismo. La Independencia Económica y la Soberanía Política, son banderas que representan la reivindicación nacionalista frente a la dependencia que sufría nuestro país frente al imperialismo y que viabilizaban la Liberación Nacional reclamada, sin endiosamientos al Estado, como planteaba el fascismo, o a razas superiores como había pretendido el nazismo.

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