jueves, 27 de abril de 2023

"REVOLUCIÓN ARGENTINA"

 

DEPENDENCIA O LIBERACIÓN EN ARGENTINA (1966-1976)

EL ENSAYO AUTORITARIO DE LA "REVOLUCIÓN ARGENTINA"

 

El problema de gobernar sin el peronismo.

 La "Revolución Libertadora" pretendió "desperonizar" al país, pero ni su dictadura ni las democracias condicionadas por la proscripción del peronismo pudieron lograrlo. Después de 1955 los peronistas no tenían todavía la fuerza u organización suficiente como para tomar el gobierno, pero sí desestabilizaron a los sucesivos gobiernos que intentaron imponer una fachada democrática. Frente a esta situación, el general Juan Carlos Onganía se presentó como "la" solución para diferentes sectores: ejercer un gobierno autoritario sin establecer plazos para una salida democrática, con el objetivo de modernizar y racionalizar la economía. Esta nueva dictadura militar buscó el apoyo del nacionalismo católico, por lo que se autotituló Revolución Argentina.

El consenso golpista:

 La campaña mediática había instalado en la opinión pública la idea de la inevitabilidad y la necesidad del golpe. Para apoyar el discurso desarrollista del general Onganía, los sectores empresariales grandes, pequeños y medianos, avalaron el pronunciamiento. Los grandes productores agropecuarios exportadores también, en un principio, respaldaron a Onganía. Las empresas transnacionales se hallaban enfrentadas al gobierno de Illia por su política petrolera y de medicamentos y los sindicatos peronistas también se oponían a Illia. El dirigente metalúrgico Augusto Vandor consideraba que tendría más oportunidades de liderazgo con un gobierno autoritario, donde no existiera la competencia de los partidos políticos. De esa manera, la CGT (Confederación General del Trabajo) constituyó la única organización popular permitida y comenzó a tener reuniones con representantes del Ejército. Un amplio sector de la población era indiferente al levantamiento, ya sea por influencia del periodismo, o por ser peronistas y estar proscripto excluidos de la política.

Perón, desde España, no se pronunció a favor ni en contra de los acontecimientos y prefirió esperar para ver cómo se desenvolvían: ordenó "desensillar hasta que aclare". Lo mismo hicieron otros dirigentes, como los de la Democracia Cristiana, que expresaron: "El gobierno se merece un golpe, pero el país no". En cambio, los políticos antiperonistas que temían la victoria aplastante del peronismo en 1967, sostenían decididamente la insurrección. Finalmente, a nivel internacional, Onganía contaba con el visto bueno de Estados Unidos, que sostenía la dictadura militar brasileña de Castelo Branco y que profundizaba su intervención en la guerra de Vietnam. Con este consenso, no hubo reacción civil o militar cuando, el 29 de junio de 1966, el presidente Arturo Illia fue expulsado de la Casa Rosada sin siquiera ponerlo preso.

La "legalidad" y los objetivos de Onganía:

 La primera medida que tomó esa dictadura fue la disolución de toda la legalidad anterior: la destitución de las autoridades constitucionales, incluidos los jueces de la Corte Suprema, la desintegración de los partidos políticos y la confiscación de sus locales y bienes.

La institucionalidad estaría regida por el Acta de la Revolución Argentina y su correspondiente Estatuto; la Constitución tenía vigencia sólo en aquellos puntos en que no se contrapusiese con el Acta. Pese a que la dictadura afirmaba que no tenía plazos sino objetivos, estos no aparecían claramente expresados, excepto cuando planteaban que se debía luchar contra el comunismo y la "infiltración marxista". El tiempo económico debía ayudar a la acumulación de capitales y a disminuir los costos operativos, es decir, a abaratar la mano de obra y frenar la inflación, para que el país pudiera modernizarse. En la práctica, transitó de una promesa desarrollista a una realidad liberal, reimplantando la economía de mercado pregonada por Álvaro Alsogaray. Luego vendría el tiempo social: cuando hubiera suficientes ganancias, se redistribuiría la riqueza, a fin de eliminar conflictos sociales. Finalmente, el tiempo político daría paso a la apertura democrática, cuando ya no existieran antinomias entre peronistas y antiperonistas. Los objetivos de "moralidad" estaban relacionados con los "Cursillos de Cristiandad" que provenían de España, y su régimen franquista, del cual Onganía era adepto. Su obsesión al respecto llegaba a extremos irritantes, ya que calificaba como "libertinaje" tanto a la nueva moda (minifaldas, pelo largo), como a diversas situaciones (besos en público, oscuridad en las boites, chistes sobre la autoridad). Si era considerada inmoral, la persona podía ser sancionada, porque se afirmaba que la inmoralidad abría la puerta a la subversión marxista. Con este pretexto, la censura se abatió sobre todas las manifestaciones culturales: cine, radio, televisión, publicaciones, teatro, etcétera.

"La noche de los bastones largos"

Entre 1955 y 1966, las universidades habían gozado de la democracia interna prevista por la Reforma de 1918. Hasta la irrupción de Onganía, la universidad era una "isla democrática", ya que allí estudiantes y profesores podían expresarse libremente; había mucha militancia de izquierda, y el peronismo, minoritario en los claustros, casi no se oía. Esto, visto con los ojos del gobierno militar, constituía un foco opositor de mentes críticas, de "politización" y agitación estudiantil. El enemigo principal del general Onganía, de acuerdo a los objetivos, era el marxismo y había que eliminarlo. Por eso, en julio de 1966, Onganía suprimió la autonomía de las universidades nacionales, que pasaban a depender del Ministerio del Interior. Profesores y alumnos protestaron por la medida, y se tomaron varias facultades. En Ciencias Exactas de la UBA la policía forzó las puertas y entró con gases lacrimógenos; el decano Dr. Rolando García, estudiantes y profesores fueron expulsados violentamente y apaleados por una doble fila de uniformados con cachiporras y culatas, en la denominada "noche de los bastones largos". La opinión pública se conmovió porque, además de golpear a los estudiantes, se atacó a destacadas autoridades académicas. En la represión muchos fueron heridos, cientos detenidos, e incluso en la Universidad de Córdoba hubo un estudiante muerto, Santiago Pampillón. Este trágico acontecimiento y la falta de libertad determinaron que cientos de profesores e investigadores que contaban con una excelente formación académica optaran por renunciar y exiliarse; se reubicaron en universidades e institutos de América y Europa. Entre los que se quedaron, algunos continuaron luchando subterráneamente contra el régimen de Onganía. La Universidad ya no era una isla democrática en medio de un país antidemocrático, y debió soportar profesores y programas oscurantistas.

Video: https://youtu.be/dAp3hmAv214

LA DEPENDENCIA

El proyecto económico:

El primer ministro de Economía de Onganía, fue Jorge Salimei, bien visto por grupos católicos conservadores. Su plan de "racionalización" de la economía implicaba cesantías masivas en los empleos públicos, los ferrocarriles, el puerto y otras empresas estatales. A fines de 1966 fue reemplazado por Adalbert Krieger Vasena, muy relacionado con los consorcios bancarios y las empresas multinacionales.

El proyecto económico de Krieger Vasena consistió en una recesión administrada de modo que favoreciera a las empresas más importantes, y colaboró con la concentración de capitales. La finalidad era controlar la inflación, aminorar los costos industriales y atraer capitales extranjeros. Algunas de las medidas tomadas fueron:

.        Devaluación del peso argentino en un 40 por ciento. A fin de mantener los precios fijos un tiempo prolongado y darles estabilidad a los empresarios para programar inversiones. Con esto los inversores extranjeros pudieron adquirir empresas argentinas a precios muy bajos en dólares. Es decir, se favoreció a la desnacionalización de la economía.

·         congelamiento de salarios por 20 meses. Para aumentar las ganancias de las empresas, se debía reducir el costo de la mano de obra.

·         Acuerdo de precios y congelamiento de tarifas de servicios públicos y de combustibles. Para paliar un poco el congelamiento de salarios: la inflación era menor, pero no dejó de existir, por lo que mermaba el salario real.

·         Rebaja de los aranceles aduaneros para la importación en un 50 por ciento. Supuestamente para favorecer la reposición de insumos importados para la industria local.

·         Retenciones (o impuestos) del 25 por ciento a la exportación de productos no industriales (agropecuarios). Compensaban las grandes ganancias obtenidas por la devaluación del 40 por ciento. Esas retenciones serían utilizadas por el Estado para compensar el déficit fiscal y para encarar grandes obras públicas.

El predominio del capital extranjero:

Con respecto al petróleo, con Onganía se retrocedió a lo actuado por Frondizi y se buscó atraer nuevamente a las multinacionales petroleras. Para el FMI (Fondo Monetario Internacional), el plan de disminución de gastos públicos de Krieger Vasena fue efectivo, y fue felicitado por sus logros. Con la política de ajuste bajó la inflación a menos del 10 por ciento anual en 1967, por lo que mejoró la confianza de los inversores nacionales y extranjeros. Por ejemplo, durante 1968, Estados Unidos invirtió 66 millones de dólares, que era más que lo que había invertido durante el gobierno de Ilia, pero menos que en la época de Frondizi. El FMI concedió un crédito de 125 millones de dólares, y se obtuvieron otros préstamos más de Europa y Estados Unidos. Este dinero, sumado al de la retención a las exportaciones tradicionales y a la diferente distribución del gasto público se invirtió en grandes obras de infraestructura: se encaró la construcción de la represa hidroeléctrica gigante El Chocón-Cerros Colora-dos, la central nuclear de Atucha, la construcción de varios puentes y túneles a través del río Paraná y sus afluentes y la extensión de las rutas asfaltadas. Estas iniciativas brindaron prestigio a la dictadura de Onganía. El resultado de la desnacionalización de la industria se visualizaba ya al año de iniciado el onganiato: en 1968, la principal empresa argentina estaba ubicada en el decimocuarto lugar entre todas las del país; en 1969, entre las cien mayores empresas localizadas en la Argentina, 83 eran extranjeras o tenían participación de los capitales foráneos.

Los efectos del plan económico: "Tucumán Arde"

 Históricamente el Estado había protegido y subsidiado a las producciones regionales, como la azucarera en Tucumán o la algodonera en el Chaco. La inversión de dinero para favorecer a pequeños productores no era considerada "racional" por el onganiato; el régimen, con el pretexto de una crisis de superproducción de azúcar, eliminó los subsidios del Estado. Como consecuencia, cerraron once ingenios azucareros y se produjo el desempleo masivo en la región: 250.000 obreros azucareros fueron despedidos; los pequeños productores de caña resultaron desplazados de la actividad; se liquidaron cooperativas cañeras, fábricas proveedoras de herramientas y comercios que vivían de los ingenios. Una asamblea de la Federación Obrera de Trabajadores de la Industria Azucarera (FOTIA) en Santa Lucía, fue disuelta por fuerzas conjuntas tras un violento ataque; los activistas se defendieron con bombas incendiarias, pero además de los detenidos y de los heridos, el saldo fue la muerte de Hilda Guerrero de Molina, trabajadora y cocinera de una olla popular. El ataque policial con balas a mujeres y niños desarmó la resistencia de los sectores afectados. El vaciamiento demográfico produjo pueblos fantasmas y el éxodo de casi una tercera parte de la población tucumana que emigró hacia el Conurbano bonaerense.

En términos económicos, el cierre de pequeños ingenios favoreció la concentración de la producción en unos pocos propietarios tucumanos (las familias tradicionales Paz, Nougués y Terán), y el desarrollo de los ingenios azucareros Ledesma y Tabacal, en Salta y Jujuy, que finalmente monopolizaron el mercado.

 

La política laboral:

 La política económica aplicada por Krieger Vasena redujo los costos de mano de obra para las empresas. Asimismo, durante esa dictadura se congelaron los salarios de los trabajadores; se rebajó el monto de las indemnizaciones por despido arbitrario; se elevó la edad jubilatoria de 60 a 65 años; se impuso la ley de Arbitraje Obligatorio en caso de conflicto laboral, para no llegar a la huelga; se estableció la ley sobre el servicio civil de defensa, que implicaba la obligatoriedad del trabajador en la movilización antihuelguística, y se eliminó en muchos casos el llamado "trabajo insalubre" que consistía en trabajar seis horas y cobrar ocho. Con relación a los trabajadores portuarios, el régimen de Onganía eliminó numerosas conquistas (obtenidas en 1946). Cuando declararon la huelga en repudio a estas medidas, la dictadura intervino el sindicato y condenó a cinco años de prisión a su dirigente. Los trabajadores ferroviarios también sufrieron, porque la "racionalización" económica de su gestión consistió en la eliminación de ramales de ferrocarriles deficitarios y el consecuente despido de muchos empleados. El sindicalista Augusto Vandor creyó en un primer momento que podría presionar y negociar acuerdos con el régimen de Onganía, pero sus expectativas pronto se vinieron abajo. En un gobierno de neto corte autoritario como el de Onganía no se podían poner condiciones, por lo menos sin perder los privilegios, sin sufrir cárcel o persecución.

LA LUCHA POR LA LIBERACIÓN

 La CGT de los Argentinos:

 En marzo de 1968, la oposición de los trabajadores al gobierno militar tuvo expresión en el Congreso de la CGT. El gobierno había anunciado que no reconocería la participación de los gremios intervenidos. Sin embargo, los sindicalistas combativos ganaron el control de la CGT y se eligió como nuevo secretario general a Raimundo Ongaro, del Sindicato Gráfico.

La CGT de los Argentinos, dirigida por Ongaro, combativa desde sus inicios pidió por la libertad de los compañeros detenidos. El 1° de mayo de 1968 expresó sus ideas y convocó a la lucha a través del Semanario CGT dirigido por el periodista Rodolfo Walsh. En el Semanario se denunciaba la situación de pérdida de derechos, las persecuciones y torturas, e informaba sobre las protestas obreras y toda forma de resistencia al régimen militar: estudiantil, universitaria, villera y de los sacerdotes del Tercer Mundo. En 1969 un decreto de Onganía ordenó clausurar el Semanario de la CGT y los últimos números debieron editarse clandestinamente.

El Correntinazo y el Rosariazo:

Las universidades continuaron siendo golpeadas por la dictadura de Onganía. Cuando aumentaron los precios en los comedores universitarios (fundamentales para todos los estudiantes del interior) se alzó la protesta en Corrientes. Debido a la represión policial murió un estudiante. En repudio por estos sucesos, en todas las universidades del país se hicieron actos de protesta y hubo otra víctima en Rosario. El dolor y la indignación por las muertes multiplicaron las manifestaciones y se incrementó la violencia gubernamental: otro estudiante rosarino (un adolescente del secundario) fue asesinado. En el Rosariazo se destacó la adhesión de un grupo muy importante de sacerdotes hacia los grupos que sufrían miseria y violencia; por eso tuvieron un serio conflicto con su obispo local. El Ejército declaró a Rosario "zona de guerra" y estableció Cortes Marciales para juzgar a los civiles. El impacto en la opinión pública fue tan grande que las dos CGT se unieron declarando un paro general de 24 horas en contra de la represión y de la política económica, para el 23 de mayo de 1969.

El Cordobazo:

En Córdoba se habían asentado, durante el gobierno de Frondizi, grandes fábricas de automotores. Para evitar el descontento y tener una mayor productividad, la política de esas empresas fue de conceder salarios más altos que los de convenio y estimular la formación de sindicatos por empresa. Es decir que los trabajadores cordobeses no formaban parte de los grandes sindicatos por rama de actividad (como la UOM, Unión Obrera Metalúrgica). De este modo, las automotrices extranjeras evitaban en Córdoba el poder sindical que el movimiento obrero peronista tenía tradicionalmente en las grandes ciudades industriales como Buenos Aires y Rosario. Pese a ello, en la capital mediterránea se desarrolló una fuerte resistencia obrera y popular contra el régimen de Onganía. Además, muchos estudiantes trabajaban en las grandes fábricas y surgió una nueva generación de obreros jóvenes que se iniciaba en la lucha social. La dictadura de Onganía había permitido a empresarios de determinadas provincias que les pagasen a los obreros salarios menores a los acordados en las convenciones colectivas de trabajo; esto se conoció como quitas zonales. El argumento para las quitas era la promoción industrial, el menor costo de vida en esa región que en Buenos Aires, y el sábado inglés que regía en varias provincias, por los cuales se pagaba por 48 horas, aunque se trabajaran 44. Pero en mayo de 1969 se abolió por "ley" nacional el sábado inglés, o sea que las provincias que estaban disconformes con las quitas, pero que tenían una pequeña compensación con el sábado inglés, quedaban totalmente desfavorecidas. Con lo cual, ese año el gremialismo cordobés tenía varios motivos para hacer paro el 14 y 15 de mayo: la eliminación de las quitas zonales, la continuidad del sábado inglés, y el incremento constante de la cantidad que se debía producir para cobrar el premio de "productividad". La huelga impulsada por el sindicato de obreros automotrices (SMATA) y del transporte (UTA) fue violentamente reprimida por la policía. El 29 de mayo se convocó una nueva huelga y manifestación en el centro de la ciudad de Córdoba. Estudiantes y obreros marcharon unidos, y la represión policial asesinó al estudiante Máximo Mena. La noticia se difundió y comenzó la lucha para rechazar a la policía con barricadas y pedradas; se utilizaron bulones, hondas, clavos "miguelitos" y explosivos caseros. Se unieron encabezando la protesta los trabajadores del transporte y los de la Compañía de Electricidad de Córdoba (el sindicato Luz y Fuerza, liderado por Agustín Tosco), luego llegaron 4000 obreros de la automotriz IKA-Renault, los trabaja-dores de Fiat y Grandes Motores Diesel. Al mediodía ya ocupaban 150 manzanas; se situaron francotiradores que disparaban contra las tropas gubernamentales; se atacaron comisarías, empresas extranjeras e instituciones que simbolizaran autoritarismo o imperialismo. Por la tarde, Onganía movilizó al Ejército que ocupó militarmente la ciudad. Por la noche, los trabajadores del sindicato Luz y Fuerza produjeron "un apagón" para entorpecer el desplazamiento de las tropas. Recién el día 31 el Ejército pudo dominar la situación, con un saldo de 34 muertos, y aproximadamente 500 heridos y 300 detenidos.

Esa insurrección popular, conocida como el Cordobazo, tuvo la peculiaridad de que, pese a que la mayoría de los obreros eran peronistas, no se hizo en nombre de Perón. Muchos de los dirigentes sindicales más destacados eran independientes o "clasistas", es decir que afirmaban la lucha de clases para la toma del poder; entre esos dirigentes estaban René Salamanca y Agustín Tosco. Si bien el Correntinazo y el Rosariazo fueron muy importantes porque marcaron el comienzo de la reacción popular masiva contra el gobierno del general Onganía, el Cordobazo marcó el comienzo del fin de la dictadura de Onganía. Con la resistencia estudiantil, obrera y barrial unidas, se hizo frente al gobierno militar, repudiando su política represiva, económica y laboral. El equipo económico renunció en pleno, y se debió reemplazar al ministro de Economía Krieger Vasena por una figura que aparentaba ser más blanda, Dagnino Pastore. Varios dirigentes obreros fueron detenidos, llevados a sedes militares y juzgados por Consejos de Guerra. Agustín Tosco, uno de los líderes del Cordobazo, fue condenado a ocho años de prisión; en noviembre, Onganía dictó la amnistía para todos los detenidos en esa ocasión.

Video: https://youtu.be/8VDkQTFR-iU

La peronización de las clases medias:

La intervención de Onganía en las universidades arrasó con la política estudiantil, y los alumnos se abrieron hacia los problemas de la sociedad argentina. La militancia juvenil derivó hacia grupos gremiales o cristianos que demandaban la solución de problemas sociales concretos. Pero los gremios —que buscaban en los estudiantes asesoramiento histórico, legal o de otro tipo, para la formación de sus cuadros— y también los sacerdotes que dirigían grupos de jóvenes para el trabajo en zonas humildes eran en su mayoría peronistas. De este modo muchos estudiantes de clase media fueron descubriendo un mundo desconocido para ellos y lucharon por la abolición de las injusticias. Algunos se hicieron peronistas porque valoraron lo hecho por Perón en su gobierno, o porque gran parte de las clases trabajadoras con las que ellos estaban trabajando eran peronistas. De modo que lo que no pudo lograr Perón mediante el adoctrinamiento o la propaganda durante sus dos primeros mandatos, tuvo lugar por el compromiso de cambio social y político de los jóvenes estudiantes, que vieron que les resultaba difícil acceder al diálogo con los humildes desde teorías que muchos obreros consideraban "foráneas".

La guerrilla Concepto:

 El concepto guerrilla puede referirse tanto a los grupos revolucionarios armados que intentan lograr el apoyo popular para tomar el gobierno en países coloniales, semicoloniales o dependientes, como a la forma de lucha en la que estos grupos aprovechan el factor sorpresa y el conocimiento del terreno, para compensar la desigualdad numérica con un enemigo más poderoso. Originalmente su ámbito propicio fue rural (zona selvática o terrenos montañosos donde establecer bases guerrilleras inaccesibles para las fuerzas gubernamentales, como la guerrilla de la Revolución Cubana, o las FARC en Colombia). Donde no era posible por las condiciones sociales o geográficas, se manifestó en forma de guerrilla urbana. Sus acciones armadas podían tener objetivos logísticos para la revolución, como las tomas de comisarías o copamientos a instalaciones militares para apoderarse de armas; o realizar operaciones económicas, como secuestros de importantes empresarios y asaltos de bancos para obtener fondos, o finalmente operaciones políticas, como los asesinatos de figuras políticas o militares que tenían el repudio de gran parte de la población con fines propagandísticos o de una supuesta "justicia popular".

La Tendencia Revolucionaria del peronismo:

La Resistencia Peronista había sido desestructurada bajo la Presidencia de Frondizi con el Plan Conintes. Con la proscripción prolongada, en 1968 el peronismo no tenía una organización nacional. La consigna "Perón vuelve" continuó vigente durante las dictaduras de la denominada "Revolución Argentina", pero los peronistas no contaban con el apoyo de la CGT, hasta que se formó la CGT de los Argentinos. Con el asesinato del Che Guevara en Bolivia, Perón apoyó verbalmente la lucha revolucionaria.

Hacia enero de 1969 se realizaron dos Congresos del Peronismo Revolucionario, con representantes de organizaciones y de la CGT "A". Allí surgió la denominación Tendencia Revolucionaria del Peronismo, (que se nombraba, en forma abreviada, como La Tendencia). A La Tendencia se incorporaron masivamente jóvenes: peronistas, socialistas, comunistas, ex nacionalistas de derecha y militantes cristianos, muchos de ellos de clase media. Trabajaron tanto en actividades de promoción social, educativa y cultural o de difusión política, como en organizaciones político-militares (armadas). Dentro de estas organizaciones hubo debates sobre la preeminencia de la actividad política sobre la, como se dio en la FAP (Fuerzas Armadas Peronistas) o posteriormente en Montoneros. La organización político-militar Montoneros hizo su aparición pública en 1970 con el secuestro y asesinato del ex presidente de facto, general Pedro E. Aramburu, símbolo del antiperonismo en el país. El secuestro fue realizado en el primer aniversario del Cordobazo y fue visto por el peronismo como un acto de justicia popular: Aramburu era responsable directo de los bombardeos a Plaza de Mayo, de la desaparición del cuerpo de Evita, de la proscripción del peronismo y de los fusilamientos de 1956. Montoneros anunció en un comunicado que pelearía

"con las armas en la mano por la toma del poder para Perón y para su Pueblo, y por la construcción de una Argentina libre, justa y soberana". Montoneros se formó por la fusión de un sinnúmero de grupos de militantes de Córdoba, Santa Fe, Reconquista y Buenos Aires. Luego se sumaron otras organizaciones como FAP, FAR y Descamisados. Hacia 1972 ya era la organización más numerosa y conocida de La Tendencia. Tras la muerte de sus principales dirigentes, Mario Firmenich pasó a ser la figura más importante de la conducción montonera.

La guerrilla guevarista En 1970 surgió el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) fundado por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Se trató de la organización armada argentina no peronista más importante. Sus primeras acciones de propaganda armada fueron en Rosario, donde realizaron el secuestro del gerente del frigorífico Swift para apoyar las demandas de los trabajadores en conflicto con esa compañía norteamericana. Esta táctica del PRT-ERP se repetiría luego con el conflicto por despidos en la fábrica Fiat y el secuestro del directivo de esa empresa, Oberdan Sallustro. Los militantes del PRT-ERP pretendían vincularse al nuevo clasismo obrero y desarrollar un movimiento sindical de base (comisiones internas de fábricas, delegados, etc.) con los sindicatos no peronistas de las grandes empresas automotrices extranjeras radicadas en Córdoba. El PRT-ERP también planeó implantarse en la zona rural de Tucumán, por ser una provincia que sufría la desocupación debido a que su economía había sido afectada por el cierre de ingenios azucareros.  

La Hora del Pueblo

La Hora del Pueblo fue un acuerdo entre los distintos representantes de los partidos políticos proscriptos, durante el gobierno de Levingston (noviembre de 1970). Constituyo la primera expresión oficial de reconciliación entre el peronismo y el radicalismo, después de 25 años de duros enfrentamientos y can el fin de presionar por la salida electoral. Por supuesto, fue repudiada por los sectores más conservadores y por los militares, ya que significo el compromiso entre los partidos de eliminar toda maniobra prescriptiva, aceptar la victoria de las mayorías y respetar a las minorías. También se pusieron de acuerdo en que, ganara quien ganara, se llevaría adelante una política económica con orientación nacional. Concurrieron para firmar la alianza el delegado personal de Perón (en ese momento, Jorge D. Paladino), Ricardo Balbín (UCR), Vicente Solano Lima (Partido Conservador Popular) y representantes del Partido Demócrata Progresista, Partido Socialista Popular, Bloquismo Sanjuanino e independientes.

Lanusse presidente de facto:

El Gran Acuerdo Nacional

 El general Alejandro Agustín Lanusse torno las riendas de la tercera etapa de la "Revolución Argentina" (1971-1973) dispuesto a buscar una solución a la crisis política. Su propuesta era el Gran Acuerdo Nacional o GAN, por medio del cual preparaba la transición hacia la vida política del país, intentando que la retirada del Ejercito fuese de la manera más honrosa posible. Trataba de someter a todos los sectores políticos a las reglas de juego que el mismo impusiera. Por lo pronto, permitiría por primera vez en quince años, la incorporación del peronismo a las elecciones generales. Lanusse quería llegar a un acuerdo con Perón para ser, el en persona, el candidato por el Ejercito y por el peronismo. Perón se rehus6 a negociar, ya que el régimen en crisis sentia la presión del acuerdo entre radicales y peronistas en la Hora del Pueblo. Pese a que la represión seguía y calan presos los dirigentes del sindicalismo combativo (entre ellos Raimundo Ongaro y Agustín Tosco) la guerrilla continuaba con acciones espectaculares, como tomas de pueblos (La Calera, Garín, San Jerónimo Norte) y comisarias. El fusilamiento de los presos políticos que se habían fugado de la cárcel de Trelew el 22 de agosto de 1972 provoca la indignación del pueblo, que los considero sus mártires; una multitud desafío a la dictadura con su concurrencia a los entierros.

Lanusse: negociaciones con Perón

Lanusse consideró que para calmar a la guerrilla debía negociar con Perón y envió a su secretario, Cornicelli, a Madrid. Pretendía que Perón prohibiese la lucha armada en el peronismo, o que solicitase, si esto era imposible, que los guerrilleros no invoquen su nombre, a cambio de ofrecimientos como la devolución del cuerpo de Evita (que había sido sustraído por los militares golpistas de la “Revolución Libertadora”), la restitución de su grado militar o, incluso, propuestas monetarias. Perón le respondió que él nada podía hacer a 15.000 kilómetros de distancia y no condenó a las “formaciones especiales” del peronismo (es decir, a la guerrilla peronista). Pero con estas propuestas quedó en evidencia que Lanusse sabía dónde se ocultaban los restos mortales de su esposa y le envió a la residencia de Perón en Madrid (Puerta de Hierro) el cuerpo embalsamado de Evita para congraciarse con Perón. Perón se había convertido en el gran árbitro de la política argentina. Después de tantos años de proscripción, se reconocía que el líder del peronismo era la única garantía de paz en esa Argentina convulsionada. Lo único que obtuvo Lanusse fue que el peronismo aceptara las elecciones del 11 de marzo de 1973, pese a la proscripción de su líder: el presidente de facto había pergeñado una ley electoral con una cláusula de residencia que impedía ser candidato a quien no estuviera en el país antes del 25 agosto de 1972.

Perón en la Argentina

Lanusse intentó desprestigiar a Perón y desalentar su retorno a la Argentina: afirmó que “no le daba el cuero para volver”. Perón lo desafió: dispuso su regreso para el 17 de noviembre de 1972 con el objeto de organizar la campaña electoral y discutir las bases de la futura política con los sectores que habían firmado La hora del pueblo. El gobierno militar puso miles de efectivos militares en el aeropuerto de Ezeiza para evitar las concentraciones de personas (justificó la medida con el estado de sitio imperante), pero la movilización fue igualmente masiva, bajo la lluvia. Al día siguiente, en su casa de Vicente López (en la calle Gaspar Campos), Perón comenzó a recibir numerosos grupos que se acercaron para discutir distintos aspectos políticos. Se firmó un acuerdo entre la CGT, la CGE (Confederación General Económica) y los principales partidos políticos nacionales y movimientos provinciales, que tenía como objetivos fundamentales la independencia económica, la justicia social y el cambio de modelo económico. En ese sentido, se fijaron las pautas para el desarrollo nacional autónomo, con un nuevo trato hacia el capital extranjero, apoyo a la empresa nacional y una política internacional tendiente al trabajo conjunto con los países del Tercer Mundo. También Perón tuvo una reunión con un numeroso grupo de sacerdotes tercermundistas, de la que algunos salieron muy satisfechos y otros decepcionados, porque vieron que Perón no se pondría a la cabeza de una revolución socialista. Después de reuniones con distintos sectores, Perón volvió a España para preparar su regreso definitivo a la Argentina (que ocurrió unos meses más tarde, el 20 de junio de 1973). En noviembre de 1972, después de dieciocho años de exilio, Perón volvió al país. Sin embargo, no permaneció en el mucho tiempo. Regreso a España tras haber acordado con los grupos partidarios la creación del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) y la candidatura a la presidencia de Héctor José Cámpora. Cámpora gana las elecciones con cerca del 50% de los votos. Los jóvenes, mediante la Juventud Peronista y Montoneros, habían dado a la campana un inusual tono movilizador. Una de las consignas más escuchadas era Cámpora al gobierno, Perón al poder. Otros sectores del peronismo -entre ellos, el sindicalismo- dejaron de ocupar el primer plano, lo que genero suspicacias.

 “Cámpora al gobierno, Perón al poder”

La reforma electoral de Lanusse

Para el mandato presidencial de 1973 debía regir la Constitución Nacional de 1853 con sus reformas posteriores, que estipulaban un período presidencial de seis años, elección indirecta de fórmula presidencial y los requisitos establecidos para la elección de candidatos, en los que no figuraban los decretados por Lanusse. La reforma electoral del general Lanusse impuso un mandato presidencial de cuatro años, la elección del presidente y vicepresidente por ballotage o segunda vuelta, excepto que el primero ganase por más de la mitad de los votos, y una cláusula de residencia en el país en los últimos seis meses. Es decir, la “ley” estaba diseñada especialmente para excluir a Perón de la candidatura presidencial y para tratar de evitar que ganara el peronismo o que fuera corto su mandato y tuviera asegurada la oposición en el Congreso. Para las elecciones, el peronismo se alió en el FREJULI (Frente Justicialista de Liberación) con otros partidos: el Conservador Popular, el MID (Movimiento de Integración y Desarrollo, frondizista), demócrata-cristianos y socialistas. En las elecciones del 11 de marzo de 1973 el FREJULI ganó por el 49,56 por ciento de los votos, por lo que la UCR, segunda con un 21,3 por ciento, reconoció el triunfo justicialista.

ACTIVIDADES:

1)      ¿Qué periodo de tiempo abarcó la llamada Revolución Argentina?

2)      ¿Quién llevo adelante la revolución argentina y cuáles fueron sus objetivos?

3)      ¿Qué relación puedes establecer entre las medidas económicas implementadas por Onganía y las huelgas y manifestaciones con el Cordobazo?

4)      ¿Cuál fue el proyecto económico que llevo adelante Onganía? ¿beneficio al pueblo?

5)      Realiza un texto de no menos media carilla que contenga las siguientes palabras o conceptos: DEPENDENCIA ECONÓMICA, DESNACIONALIZACIÓN DE LA ECONÓMIA, PREDOMINIO DEL CAPITAL EXTRAJERO. Luego relaciónalas con las banderas del peronismo.

6)      ¿Qué es la guerrilla y cómo surge?

7)      ¿Cuál es el brazo armado del peronismo y cómo surge?

8)      ¿A qué se llamo la hora del pueblo?

9)      ¿A qué se llamo el gran acuerdo nacional?

10)  ¿Cuál fue el acuerdo Perón Lanusse? ¿Cómo se produce el retorno de perón a la Argentina?

*La pregunta 5 vale dos puntos.

Video: https://www.youtube.com/watch?v=l2Em2kfE6PA&ab_channel=GeografiaHistoria