DOMINACIÓN DE ESTADOS UNIDOS.
LA HEGEMONÍA ECONÓMICA NORTEAMERICANA
El Plan Marshall:
Si bien la Segunda
Guerra Mundial afectó fuertemente la política de Estados
Unidos, las pérdidas en vidas humanas fueron mucho menores
que las de los europeos, y no se
peleó en el continente norteamericano (Pearl Harbor está en
Hawái, en Polinesia). Su
economía no resultó dañada, sino que, por el contrario,
generó un auge económico sin
precedentes y desplazó del primer lugar a Europa. En 1939,
Estados Unidos tenía el 17 por
ciento del comercio marítimo mundial, y Europa el 63 por
ciento; en 1945, Esta-dos Unidos
superó a todo el resto del mundo, no sólo en flota mercante
sino también en la industria
aeronáutica. Tras la Segunda Guerra, la Unión Soviética,
Gran Bretaña y Francia estaban
destruidas y con una gran deuda/Esto representaba, por un
lado, la virtual eliminación de
potenciales competidores industriales para Estados Unidos en
Europa, pero también, les
presentaba el problema de que, con ese panorama de
devastación, Estados Unidos tampoco
dispondría de posibles compradores para sus bienes y
servicios. Para solucionar ese tema, el
gobierno de Harry S. Truman (presidente, 1945-1953)
implementó el Plan Marshall para la
reconstrucción europea, Quienes se inscribieran en este plan
recibirían créditos para comprar
bienes y servicios en Estados Unidos; luego, también
debieron comprar en el país de origen los
repuestos de las maquinarias adquiridas.
Estados Unidos ofreció su programa de ayuda económica a
través de préstamos y donaciones
a los gobiernos europeos. El Plan tenía el propósito de
recomponer la estructura económica y
financiera de esos países. Entre 1948 y 1952 se destinaron a
Europa occidental un total de
13.000 millones de dólares. Tanto Gran Bretaña como Francia
y Alemania Occidental fueron
grandes beneficiarios de estos programas de ayuda económica
que, como justificativo
ideológico, eran parte de una política de contención del comunismo.
Los créditos permitirían
además, recuperar los mercados y reactivar el comercio, para
evitar una nueva Gran Depresión
de posguerra.
El nuevo orden económico internacional:
Con su nueva situación de líder mundial, Estados Unidos
convocó, en 1944, a una Conferencia
en Bretton Woods (EE.UU.), a fin de regular el nuevo orden económico mundial y establecer la
hegemonía de Norte América a nivel mundial, de esta manera se crean una serie instituciones donde
este país tiene el poder mayoritario y de control tanto económico como político. En ella se
estableció el uso del dólar para el comercio internacional,
y se instituyó un sistema cambiario
internacional denominado patrón oro-dólar, basado en el
dólar estadounidense/Hasta ese
momento la generalidad de los países usaba el patrón oro. Lo
que se hizo en ese momento fue
fijar el valor del dólar con relación al oro, y se
estableció un valor con referencia al dólar, para
las restantes monedas, por lo cual eran convertibles entre
sí; esto respondía a la necesidad de
organizar los pagos de diferentes países con diversidad de
monedas. /También en ese
momento se decidió crear el Banco Mundial -su nombre
completo es Banco Internacional para
la Reconstrucción y Desarrollo (BIRD)- y un Fondo Monetario
Internacional (FMI), instituciones
que comenzaron a funcionar en 1946/también se pensó en crear
una Organización
Internacional de Comercio, que no tuvo tanto consenso, pero
que dio pie a acuerdos para
aranceles aduaneros y de comercio (GATT) en 1947/48. /E1 FMI
es una reserva monetaria
común, formada por los aportes de los estados miembros
(originalmente por 44 países), que
depositan sus cuotas obligatorias en una cuenta general; los
préstamos que el FMI otorga
tienen la intencionalidad de cubrir los déficits temporales
de las balanzas de pagos de los
países, y se tratan de créditos a corto plazo; el Banco
Mundial se creó para ocuparse de otras
situaciones crediticias. Ambos organismos tienen sede en
Washington, Estados Unid hecho
que no provocó simpatía en los países europeos/Era evidente
que con estos acuerdos se
sentaban las bases de la hegemonía estadounidense en esa
etapa histórica del mundo.
Nueva etapa de acumulación capitalista
Durante la Segunda Guerra, el enemigo era el nazismo y la
Unión Soviética un aliado.
Terminada la guerra, la desmovilización del aparato militar
implicaba frenar ese crecimiento
económico sostenido durante cinco años, y hacía peligrar la
tasa de ganancia. Era muy
necesario encontrar un nuevo enemigo. Las características
del estalinismo soviético, con su
expansión sobre Europa del Este, brindaban un buen,
argumento para la confrontación, tanto
en la política exterior, como en la interior, de los Estados
Unidos, Desde entonces, la
prosperidad estadounidense dependió cada vez más de su
expansión en el exterior, y el
gobierno estadounidense se comprometió a promover un clima
favorable a sus empresas en el
mundo entero.
El problema que se le había suscitado al empresariado norteamericano era que los sindicatos
estaban en plan de lucha (en 1946 la conflictividad llegó a un récord histórico), ya que
los salarios obreros fueron congelados durante la guerra y después aumentó
el desempleo, mientras que los empresarios incrementaron sus
ganancias. Muchos de los
gremios estaban bajo la conducción de dirigentes de
centro-izquierda y de izquierda
(socialistas, liberales, comunistas). Si las empresas tenían
la posibilidad de exportar en la
posguerra, necesitaban que sus obreros no hicieran paro. Con
ese fin, el Congreso votó una ley
que derogaba muchos derechos laborales, prohibía las huelgas
solidarias y el boicot, y el
gobierno podía vetar medidas de fuerza. Para que los gremios
gozasen de beneficios
sindicales, sus dirigentes debían firmar una declaración
jurada afirmando que no pertenecían
al Partido Comunista., Al mismo tiempo, se establecieron
aumentos de acuerdo al ritmo de la
productividad. Estas medidas llevaron a que se descabezaran
las conducciones comunistas, y
que los obreros dejaran de hacer paros, Con los sindicatos descabezados y sin quien represente
la pelea por los derechos de los trabajadores fue mucho mas fácil para los empresarios comenzar
una nueva etapa de acumulación.
Los años dorados en Estados Unidos
Para Estados Unidos los años
cincuenta fueron “los años dorados” su economía no sólo crecía, sino que además
se transformaba en un modelo de sociedad industrial y de consumo masivo. La era
del automóvil estaba consolidada, el combustible era barato y la producción de
bienes de aparatos electrodomésticos electrónicos de distinta complejidad (como
radios, lavarropas,
planchas, calentadores, televisores, heladeras, tocadiscos-
para discos de vinilo, combinados,
relojes, etc.), antes limitados a una minoría, se constituyó
en un mercado de masas. Hasta los
locales de comida rápida (McDonald) fueron un éxito de
posguerra. También en la posguerra
comenzó la era de la televisión, como medio de
entretenimiento y publicidad, Europa se
recuperó de la guerra y retornó al pleno empleo. Y se
estableció el Estado de Bienestar,
modelo de gestión donde se desarrollaba el rol del estado y
su intervención en la economía.
Sin embargo, la prosperidad no era universal y se produjo
una nueva ola de concentración
económica. Las empresas de gran escala predominaron y
adoptaron la nueva forma de
multinacional, que traspasaba las fronteras nacionales con
sus inversiones. Un ejemplo de esto
fueron las grandes automotrices estadounidenses: Ford,
General Motors y Chrysler, que, no
sólo dominaban el mercado norteamericano, sino que se
convirtieron en multinacionales, al
radicar inversiones en otros países, como en Argentina.
LAS ECONOMÍAS LATINOAMERICANAS EN LA GUERRA FRÍA
El impacto de la Segunda Guerra Mundial en América Latina
Desde el momento en que ingresó Estados Unidos a la Segunda
Guerra, presionó a los
restantes gobiernos americanos para que se sumaran a las
filas de los aliados, acusándolos -en
caso de no hacerlo-, de pro nazis. También, por influencia
de Washington, en ese período
muchos países de América Latina nacionalizaron propiedades y
empresas alemanas, que
pasaron, de este modo, al sector público: es el caso de
importantes haciendas cafetaleras en
Guatemala, y numerosas empresas de ese origen radicadas en
Argentina (en este caso, se
decidió expropiar al capital enemigo, recién al finalizar la
contienda). El Estado de Perú
expropió todos los bienes japoneses. Por otra parte, la
guerra permitió acumular reservas de
divisas, además de estimular el proceso de
industrialización, sobre todo en México, Argentina,
Brasil y Chile (ya que se acentuó el proceso de sustitución
de importaciones, es decirla
industrialización para producir localmente lo que antes se
compraba en el exterior). En el resto
de América Latina el crecimiento industrial fue más débil,
prácticamente se mantuvo el
modelo económico agroexportador, Pero se obtuvieron buenos
precios para las exportaciones
de alimentos y materias primas, cuya demanda aumentó a un
ritmo inédito, durante los seis
años de la guerra. Estados Unidos necesitó la cooperación de
las naciones latinoamericanas, a
través de las compras de minerales o insumos que tenían una
importancia estratégica para los
aliados: el estaño de Bolivia, el cobre chileno, el caucho
de México y el petróleo de Venezuela.
La Teoría de la Dependencia versus el desarrollismo
Los economistas e intelectuales que formularon la Teo-ría de
la Dependencia (entre ellos
André Gunder Frank, Fernando Henrique Cardoso y Theotonio
Dos Santos) afirmaban que no
existía posibilidad de desarrollo de un capitalismo nacional
autónomo, en las condiciones
existentes. El atraso económico de América Latina se debía a
su condición de dependencia de
las grandes potencias, en especial de Estados Unidos. Esta
subordinación se efectivizaba
mediante la alianza de las burguesías nativas de los países
dependientes, ligadas a los intereses
imperialistas, que transferían a los países centrales, el
excedente generado en los países
periféricos. Es decir que la causa del subdesarrollo estaría
dada por ese sistema de relaciones
de dominación: los países centrales explotaban a los países
periféricos y los transformaban en
satélites. En esta situación de dependencia no se permitía
el crecimiento, porque los países
centrales se beneficiaban con la desigualdad: la metrópoli
expropiaba el excedente económico
de sus satélites y lo utilizaba para su propio desarrollo.
Para los dependientitas, el
subdesarrollo latinoamericano era consecuencia del
imperialismo, de la dominación y de la
dependencia de los monopolios extranjeros.
Criticaban a la CEPAL y a la teoría desarrollista que este
organismo propiciaba, ya que en las
décadas de 1950 y 1960 se abrían las puertas a las
inversiones extranjeras, con la ilusión de
modernizar e impulsar el desarrollo, pero en lugar de
obtener ese resultado, su saldo era el
aumento de la deuda externa y la desnacionalización de la
economía. En esas condiciones, en
los países periféricos, el desarrollo resultaba incompatible
con los intereses de los países
dominantes: la industrialización era un privilegio de las
metrópolis. El capital imperialista
capturaba los mercados y se apoderaba de los sectores claves
de la industria, como el
petróleo, la química y el automotriz. Con las inversiones
extranjeras la dependencia no se
rompía, sino que se acentuaba con la dependencia de insumos,
la dependencia tecnológica, de
maquinaria o de nuevos capitales. Según los teóricos de la
dependencia, el subdesarrollo
latinoamericano no era un estadio transitorio, como
planteaban quienes hablaban de países
en vías de desarrollo, sino parte del sistema capitalista
mundial. Aunque estos países se
modernizaran y recibieran tecnología, como los ferrocarriles
-símbolos del progreso en los
siglos XIX y principios del XX-, esto sería al servicio de
los intereses extranjeros. Por el
contrario, el desarrollismo había permitido recibir con
entusiasmo la inversión (y en cierta
medida invasión) del capital extranjero.
El control de Estados Unidos sobre la región
La creciente presencia económica de Estados Unidos en
América Latina también tuvo su
expresión política y militar. En 1947, esta potencia
hegemónica impuso un ordena-miento de
sus relaciones con los 20 países del continente con la
creación del Tratado Interamericano de
Asistencia Recíproca (TIAR), una alianza de cooperación
militar dirigida por Estados Unidos.
Este acuerdo firmado en Río de Janeiro significaba, de
hecho, la coordinación de los ejércitos
latinoamericanos bajo el control del Pentágono frente a una
posible agresión
extracontinental; (la amenaza soviética). Fue anterior al
Tratado del Atlántico Norte, firmado
por las potencias occidentales. En 1948, en la Conferencia
de Bogotá, se creó un organismo
regional: la Organización de Estados Americanos (OEA). Como
es costumbre en todos los
tratados internacionales, el Estado que más resguardos puso
para la aplicación en su propio
territorio de lo acordado por todos los demás fue Estados
Unidos. Pese a esta hegemonía,
durante la posguerra llegaron al poder en América Latina
algunos gobiernos nacionalistas, que
estaban en disonancia con los intereses y orientación
norteamericanos: las presidencias de
Juan D. Perón en la Argentina (1946-1955); el retorno de
Getulio Vargas (1950-1954), en Brasil,
que constituyó la empresa petrolera estatal Petrobras;
Jacobo Árbenz, en Guatemala, y se
produjo la Revolución de 1952 en Bolivia, que nacionalizó
las minas de estaño.
Cuestionario:
A) Lee atentamente el texto que esta adjunto y luego responde las siguientes preguntas:
1) ¿Qué es el plan Marshall?
2) ¿Cómo se conforma el nuevo orden económico mundial?
3) ¿En que consiste la nueva etapa capitalista?
4) ¿A que se llama los años dorados?
5) ¿Qué impacto tiene la Segunda Guerra Mundial en América Latina?
6) Explica la teoría de la dependencia y la desarrollista.
B) Investiga sobre cuales fueron las causas de la intervención de Estados Unidos en Guatemala.
C) Observa el vídeo que esta adjunto y luego responde:
1) ¿Cuál es el papel que se adjudica EE.UU. después de la Segunda Guerra Mundial?
2) ¿Cómo EE.UU. mantiene su industria armamentista?
Video:
https://drive.google.com/file/d/1TB9Mdt6ohL5_2j7C6HkrljjKnRiOsleT/view?usp=sharing
No hay comentarios:
Publicar un comentario